martes, 18 de septiembre de 2007

La dignidad

Aquella persona no sabe quién es
no sabe de dónde vino
ni a dónde va
no sabe si es humano
no sabe si tiene corazón
no sabe si tiene amor
sólo sabe una cosa:
está solo, no tiene a nadie

Se tiene sólo a él mismo
no encuentra a nadie que lo ayude
no sabe si existe alguien más que él
aquella persona nos siente nada
no siente soledad, dolor, miedo
no sabe si es humano
no sabe si está vivo
no sabe hacia donde caminar
ya está lo suficientemente perdido
no puede estar más alejado del amor,
de la compañía,

Está tirado,
en el suelo, entre su propia sangre
su única compañía, él mismo
no sabe si lo están esperando
esa persona puede caminar,
no lo hace, no quiere
no quiere saber nada de nadie
espera solo el momento se su muerte
pero, la muerte no llega
quiere hacerlo sufrir
quiere hacerlo suplicar
y la muerte, sonríe, con odio
esa persona le debe algo a la muerte
pero, no sabe qué es...esa persona no sabe qué hizo antes
antes de estar tirado, con la esperanza destruida
no recuerda nada
aquella persona no se arrepiente de nada
pero, no sabe si tiene pecados

Está rendido, se arrodilla ante la muerte
suplicándole piedad
besándole los pies
la muerte, no lo deja en paz,
ella disfruta de la desgracia
esta persona, quiere acabar de una vez
se levanta, le da una fuerte bofetada a la muerte
y el silencio de ambos, termina por matarlo
esta persona, muerta, ha dejado de existir
ha muerto,
sin darse cuenta
que yo estaba junto a él
pude salvarlo
si se hubiera dignado
a llamar a su corazón...

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