miércoles, 28 de noviembre de 2007

Una Rosa

Una tormenta de hojas cae sobre mí
Me arrastran hacia mi sueño,
Me he permitido llorar,
Me he permitido gritar
Y siempre termino solo, confundido en aquel gran bosque
Y en aquel lugar no hay dolor,
No hay sueños
No hay miedo del que siempre escapé
No hay suspiros que se quiebran al chocar con la brisa
Mis heridas se abren mientras voy caminando
El orgullo se derramaba como las gotas de sangre
Una tormenta cae sobre el bosque
Como un llanto moribundo
Mis heridas comienzan a cerrarse
La ilusión del corazón comienza a dominarme
El deseo me levanta del la suciedad
Y me trasporta hacia la cima de una montaña
Mis pies comienzan a sangrar
Mis piernas comienzan a temblar
Y al fin mi cuerpo es derribado,
No hay ilusión que me levante ya
No hay deseo que me contenga ya
Insectos rastreros comienzan a acecharme
La muerte gira tras de mí
Mi corazón esta siendo devorado
Este corazón que fue abandonado

La noche llega
Y la luna llena me alumbra
He sido consumido por la soledad
Mi tumba es amargamente postrada por nadie
Mi ataúd se abre con el soplo del viento
Hay una cruz con mi nombre
Comienza a salir el sol y la luz me pone al descubierto
Descubrí solo fragmentos de mí
Aún soy el manjar de los gusanos
La ilusión regresa y me envuelve en oscuridad
El deseo levanta mi ataúd y lo arroja al vacío
La tierra empieza a caer hacia mí
Mi última lágrima lograr escapar de mí
Mi cuerpo comienza a ser enterrado
Mi alma emerge y es arrastrada hacia el horizonte
A lo lejos veo un desconocido llorando
Pone una rosa sobre mi tumba
Me puede ver, pero no voltea,
Se levanta y trata de alcanzarme
Pero mi alma se pierde entre el follaje
Y se hunde en la oscuridad

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